Tolderías/Montoneros Gauchos y las Zonas Autónomas Temporales de Hakim Bey

 


El concepto de Zonas Autónomas Temporales (TAZ, por sus siglas en inglés), desarrollado por el filósofo y anarquista Hakim Bey, propone espacios fugaces de libertad que escapan al control gubernamental, creando micro-sociedades autogestionadas y efímeras. Curiosamente, en la historia hispanoaméricana, particularmente en el Cono Sur, existieron formaciones sociales que, sin haber sido teorizadas bajo este marco, encarnaron principios similares, las tolderías y las montoneros gauchas. Estas agrupaciones, surgidas en los márgenes del poder, representaron resistencias nómadas, autonomías territoriales y formas de vida fuera de la ley institucionalizada. 


Las TAZ de Hakim Bey


Hakim Bey, en su obra TAZ: Zona Autónoma Temporal de 1991, describe espacios que evitan la cooptación  mediante su carácter efímero y móvil. A diferencia de las revoluciones tradicionales, que buscan tomar el poder para instaurar un nuevo orden, las TAZ operan en la inmediación, creando "insurrecciones sin utopías finalistas". Bey se inspira en fenómenos históricos como los piratas, las comunas anarquistas y las revueltas culturales, destacando que la verdadera libertad puede existir solo en espacios temporales no cartografiados por el Estado.  

Las TAZ no son permanentes; su fuerza radica en su capacidad de desaparecer antes de ser aplastadas, reapareciendo en otro lugar. Este principio de "desaparición" las hace esquivas a la represión. Además, Bey enfatiza la autoorganización, el festín como acto político y el rechazo a la mediación burocrática.  


Tolderías y Montoneras 


En el contexto rioplatense y pampeano en siglos XVIII-XIX, las tolderías indígenas principalmente pampas y los montoneros gauchos como los de Artigas o los caudillos federales encarnaron formas de vida autónomas. Las tolderías eran agrupaciones móviles que resistieron la avanzada realista y luego estatal, manteniendo una economía basada en el arreo de ganado, el trueque y la guerra defensiva. Los montoneros, por su parte, eran milicias irregulares de gauchos que luchaban tanto contra el centralismo porteño como contra las élites terratenientes.  

Estos grupos compartían características clave con las TAZ que evitaban la sedentarización forzada, moviéndose entre fronteras, en que no reconocían jerarquías externas; sus líderes como los caciques o caudillos dependían del consenso, en que vivían bajo códigos propios del adiestro gaucho, las leyes indígenas fuera de los establecido, en qué eran espacios en constante reconfiguración, a veces destruidos, a veces reagrupados.  


Conexiones


La autonomía como práctica cotidiana tanto las TAZ como las tolderías/montoneras rechazaban la idea de un "contrato social" impuesto. En lugar de buscar reconocimiento legal, operaban en la clandestinidad o en territorios no estatales como el desierto, la llanura. La economía del saqueo con malones gauchos o indígenas puede leerse como una forma de contra-economía, similar a las redes de intercambio no capitalistas que Bey idealiza.  

La guerrilla como estrategia de existencia con las montoneras y tolderías no eran pacifistas; su autonomía se defendía con las armas. Esto refleja la idea de Bey de que la TAZ debe estar lista para "desaparecer" ante la represión, pero también para resistir violentamente si es necesario. La guerrilla gaucha como la de José Gervasio Artigas y las tácticas de ataque y fuga indígenas son ejemplos de esto.  

La festividad como resistencia de Bey vincula la TAZ con el carnaval, lo lúdico. En las tolderías, los rituales como el malón o los bailes gauchos eran actos de cohesión y rebelión cultural. El festejo como afirmación de identidad frente a la homogenización sistémica.  


Diferencias y Límites


No todo es paralelismo. Las tolderías/montoneras surgieron en contextos de guerra, no desde una teoría anarquista. Además, algunas tenían jerarquías internas aunque flexibles, mientras que Bey idealiza la horizontalidad absoluta. También hubo alianzas pragmáticas con sectores estatales con caudillos que pactaban con gobiernos.  


La Autonomía como Legado


La relación entre estos fenómenos muestra que las ideas de Bey no son meramente utópicas, sino que tienen raíces históricas concretas. Las tolderías y montoneras fueron TAZ "avant la lettre", demostrando que la libertad no siempre requiere un proyecto hegemónico, sino espacios de fuga y reinvención constante. Su legado persiste en las luchas autonómicas actuales, desde las comunidades zapatistas hasta las ocupaciones urbanas.  

En última instancia, la comparación revela que la autonomía es un fenómeno recurrente en los márgenes del poder, una respuesta orgánica a la opresión que toma formas diversas pero siempre efímeras, siempre rebeldes.  


Tolderías Gauchas y Fiestas Electrónicas Libres (Freetekno)


Además de las Zonas Autónomas Temporales, Hakim Bey exploró en sus escritos fenómenos culturales como las fiestas electrónicas libres (freetekno), donde la música, la autogestión y la fugacidad crean espacios de libertad fuera del control institucional. Curiosamente, estas raves ilegales y nómadas guardan un parentesco inesperado con las tolderías gauchas, no solo en su estructura descentralizada, sino también en su espíritu de resistencia y celebración comunitaria. 


 Fiestas Freetekno Contemporáneas


Las free parties emergieron en Europa en los años 90 como una evolución de la cultura rave, rechazando la comercialización de la música electrónica. Sin permisos gubernamental, en lugares abandonados o naturales cambian de ubicación para evadir autoridades. Duraban una noche, desapareciendo al amanecer con colectivos como Spiral Tribe que  organizaban sin jerarquías fijas.  

Bey las consideraba ejemplos de TAZ, donde la música tekno, con "k", para diferenciarla de la industria era un "arma psicoacústica" de liberación. La fiesta, como el carnaval, suspendía las normas sociales, creando un éxtasis colectivo fuera del tiempo regulado.  


Tolderías Gauchas y Fiestas Tekno como Resistencia


Las tolderías y las montoneras también tenían su dimensión festiva como acto político, los malones no solo eran ataques, sino también redistribución de bienes y fiestas posteriores con botín compartido. Los gauchos improvisaban música de milongas en fogones, patadas y resistencia cultural contra invasores ingleses.  

Las tolderías pampas combinaban guerra con ceremonias, donde la comunidad se reafirmaba fuera del orden establecido.  

Al igual que las freetekno, estas celebraciones eran temporales y clandestinas, ya que las autoridades las reprimían por ejemplo, las prohibiciones de reuniones gauchas en el siglo XIX.  

Las freetekno ocupan fábricas abandonadas o bosques; las tolderías usaban el desierto de la Pampa) como territorio no controlado. En las raves, el trueque de música, comida y trabajo sin moneda refleja la economía del malón con redistribución, no acumulación.  

Los sound systems móviles funcionan como las señales de humo o los mensajes a caballo en las montoneras.  


El Éxtasis Autónomo como Constante

 

Desde los fogones gauchos hasta las pistas de baile ilegales, la humanidad ha creado espacios donde la libertad se vive aquí y ahora, sin esperar revoluciones futuras. Hakim Bey vio en estos fenómenos una misma esencia la capacidad de crear mundos efímeros, pero intensos, que niegan la pasividad impuesta. Las tolderías y las freetekno, aunque distantes en tiempo, son ramas de un mismo árbol, el de la insurrección festiva.  


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